viernes, 20 de julio de 2012

La fertilidad en la obesidad


Les comparto información sobre un causa cada vez mas común de atención en mi consulta!!! 

La obesidad tiene una influencia negativa sobre la frecuencia de la ovulación en las mujeres, llevando a problemas de subfertilidad y elevando al mismo tiempo la incidencia de abortos. En el embarazo tardío, la obesidad representa también un riesgo importante tanto para la madre como para el producto.

La relación entre obesidad y subfertilidad parecería estar mediada parcialmente por la reducción en la frecuencia de la ovulación. El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es una causa común de anovulación que afecta del 4 al 7% de las mujeres, y se asocia frecuentemente con un índice de masa corporal superior a 25 kg/m 2 .

Además, existe una interacción compleja entre la obesidad y el SOP, ya que se ha observado una mayor incidencia de anovulación entre pacientes obesas con este síndrome. La inducción farmacológica de la ovulación también es pobre en pacientes obesas con SOP a dosis ovulatorias de clomifeno.

Dominando esta disfunción ovulatoria se encuentra la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia, que se incrementa paralelamente con la cantidad de grasa. Se sabe que la insulina tiene un efecto negativo sobre la síntesis hepática de globulinas ligadoras de hormonas sexuales e incrementa la concentración de testosterona y dehidrotestosterona. Esta hiperinsulinemia estimula la esteroidogénesis de las células de la teca y la producción de andrógenos, lo que inhibe la ovulación normal vía la atresia folicular. Dado que las mujeres con SOP demuestran más folículos en las fases antrales, sugiriendo menos atresia en esta etapa, los efectos adversos en la maduración folicular podrían estar mediados por el incremento de especies reactivas de oxígeno que causan daño al desarrollo folicular. En congruencia con lo anterior, la producción de especies reactivas de oxígeno se encuentra aumentada en pacientes de con SOP.

De forma alternativa, la dinámica folicular puede también estar comprometida por la luteinización temprana causada por la hipersensibilidad a la hormona luteinizante.  Aunque el mecanismo exacto es poco claro hasta ahora, no cabe duda de que entre más profunda es la endocrinopatía, más baja es la frecuencia de ovulación.

Aunque la obesidad se asocia con un incremento en el tiempo en lograr un embarazo, esto no sólo se atribuye a la anovulación, ya que la obesidad influye también adversamente sobre la concepción espontánea, aun en mujeres con ovulación normal.

Esta anormalidad en la fecundidad no es debida a anormalidades potenciales en la calidad del semen de parejas obesas o a una calidad deficiente del semen masculino de pacientes obesos, ya que se ha demostrado en programas de inseminación intrauterina una reducción acumulativa del porcentaje de embarazos con el incremento de la obesidad troncal.

Diversos estudios han mostrado que la pérdida de peso en mujeres con SOP mejora el perfil endocrino, reestablece la periodicidad menstrual, aumenta el índice ovulatorio y la probabilidad de tener un embarazo saludable. Incluso una disminución modesta del 5 al 10% del peso corporal total puede lograr una reducción en la adiposidad visceral del 30%, mejoras en la sensibilidad a la insulina y un restablecimiento de la ovulación.

Aunque el cambio en el estilo de vida, parece benéfico para la sensibilidad a la insulina y para el restablecimiento de la ovulación, el lograr un embarazo a menudo requerirá intervenciones más agresivas.  

El lograr una pérdida de peso realista con un programa de ejercicios de 6 meses, una restricción calórica adecuada y el uso de medicamentos adyuvantes como metformina, sibutramina o rimonabant podría resultar en mejoras endocrinas y de la fertilidad, aunque hacen falta estudios que respalden lo anterior.

Referencia informativa: Curr. Opin. Obstet. Gynecol. 2007;19:384–389
Fuente: Departamento de Comunicación y Contenido, Todoensalud.org

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